El tigre (Panthera tigris) es una de las cuatro especies la subfamilia de los felinos pertenecientes al género Panthera. Se encuentra solamente en el continente asiático; es un predador y la especie de félido más grande del mundo, pudiendo alcanzar un tamaño comparable al de los felinos fósiles de mayor tamaño. Existen seis subespecies de tigre: la de Bengala, de Indochina, Malayo, de Sumatra, Amur y Sur de China (Xiamen). Es una especie en peligro y en la actualidad, la mayor parte de los tigres en el mundo habitan en cautiverio. En el 200 aniversario del nacimiento de Darwin y en homenaje a su obra fundamental, “El origen de las especies” se ha publicado el descubrimiento de la séptima subespecie: El tigre de Babuino (Theropithecus Panthera tigris)
El tigre de Babuino se escojona de Darwin y todo lo anterior. Vive en Europa, moviéndose por es suroeste del continente, preferiblemente por la Península Ibérica, cerca del sistema montañoso de los Pirineos, el cual y a pesar de sus altos picos, sortea con gran facilidad en busca de presas. No está solo, su hábitat natural lo comparte con otros animales de diferentes especies.
Dentro del su comportamiento cabe destacar su trabajo en grupo. Acompaña a una manada de tigretones (Zanganus Panthera tigris) a los cuales protege y lidera, siendo respetuoso y pasando desapercibido. Únicamente se identifica con un telar de bandas en una de sus patas delanteras cuando se encuentra en zona de conflicto con otras manadas. Es allí donde despliega su poderío, en silencio, agazapado, espera a su presa combatiendo como un tigretón más. Su instinto le hace distinguir entre su propios tigretones si hay algún infiltrado. Busca y encuentra.
Las panteras rosas (Rosae Panthera) le ponen nervioso y están integrados en su manada. Se siente engañado, cabreado, furioso, tiene una mala hostia que te cagas y deberían morir, pero están en la manada y hay público delante. Debe contener su furia desbocada. Debe ser paciente y espera una reacción. Pero no tienen la mitad de cojones que tiene él.
Si fueran de la otra manada les diría, sigilosamente y al oído: “vamos detrás de la tapia, charlamos y luego el que vuelva al campo es el campeón”. No hay huevos, no tiene rival, se ha curtido en otras batallas. Allí dónde otros usan guantes para pelear, él usa sus garras con las uñas puestas, no espera menos de su contrincante. siempre pelea al KO. Sale de la ducha enfurecido, se seca con el calor de su cuerpo, "Rosae Pantheras de mierda y Zanganus Panthera tigris", menuda mezcla de ridícula, piensa. "Hablamos mientras almorzamos" debe tener sus garras y dientes ocupados en otra cosa, por si acaso.
Continuaré cuando tenga más tiempo...
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