Hay que reconocer, querido Tigre, que cuando te cabreas…

Que sí, que tienes razón. Que si los rivales del Frecuencia se hubiesen dedicado más a jugar y menos a protestar, seguramente nos hubiesen ganado con menos dificultades. Que el de la banda es un bocazas, un impresentable y que ha tenido un comportamiento repudiable, pues también, a mí me ha sacado de quicio y he metido un gol en nuestra portería justo después de encararme con él.

Pero también es cierto que en el descanso hemos estado hablando amigablemente con alguno de ellos, yo lo he hecho con su portero (gracias por leer el blog, te debo un peto) y con otro tío que me han parecido estupendos. Y nosotros aguantamos a este tipo una o dos veces al año y ellos toda la temporada, así que lo siento por ellos, que también se tienen que cansar.

Igual fuera del campo resulta que es una bellísima persona, es un tipo agradable y hasta acogedor, ¡Qué sé yo! Dentro del terreno de juego la gente cambia, ya os he comentado varias veces cómo es el padre del crío que juega con mi hijo y que todos coincidís es un impresentable en el terreno de juego.

Pues eso, sigo pensado lo mismo de siempre, no te quito la razón en lo que dices, pero las cosas que pasan en el campo, allí se tienen que quedar. En el almuerzo lo podemos comentar, criticar y hasta reírnos, pero no debe ir más allá. Los de la Agrupación también lo entendieron así hace unas semanas y fue de agradecer.