
Noooooooooo, no puede ser.
Pedrito es nuestro pastor, con él nada nos falta.
En prados de hierba fresca me hace reposar (a veces es césped artificial),
nos conduce junto a fuentes tranquilas
y repara nuestras fuerzas.
Nos guía por el camino justo,
haciendo honor a su juego.
Aunque pase por un valle tenebroso, con centrales de dos metros,
ningún mal temeré,
porque él estás con nosotros.
Tus controles, juego, desmarques e impresionante disparo nos dan seguridad.
Nos preparas un banquete
en frente de nuestros enemigos (si hace falta almorzamos juntos),
perfumas con ungüento nuestras cabezas
y nuestras copas rebosan.
Tu amor y tu bondad nos acompañan
todos las jornadas de sábado;
y habitarás en el centro del campo
por años sin término.
Más al mismo diablo quítale la quiniela
para que probemos tu suerte
y antes de que nos lleve la muerte
vayamos de vacaciones, por ejemplo, a Venezuela.
No hay comentarios:
Publicar un comentario