¡QUE LÁSTIMA, SE ACABÓ!

Esta es la historia de un sábado, no importa qué mes, y de un hombre recién levantado, ¿A dónde dices que fue? Hasta este pasado sábado iba a jugar al fútbol con unos tíos de fruta madre y después a culturizarse mientras bebía unas cervezas y se nutria convenientemente.
La verdad es que me jode, ¡Qué coño! Aunque sin duda es lo mejor para todos, esperaba una temporada más larga. Ahora que estaba mal acostumbrado a desayunar los sábados, después de matarme a correr, porque aunque quiera aportar más, sólo puedo correr, y no tengo velocidad, juah, juah…
Querido Patxi, eres la hostia. Yo no hubiese hecho lo que tú, hubiese seguido adelante, pero el que decide lo hace pensando lo que es mejor, así que no sólo apechugo con tu decisión, sino que la apoyo casi totalmente. Y sería totalmente si no pidieras disculpas, ¿Quién te crees que eres? Vas a todos los partidos, corres como un cabrón, te cabreas como un tigre -¿Será contagioso?- y pringas entre semana yendo a la Federación a partirte la cara con esos “funcionarios”, y ¿te tienes que disculpar por tomar una decisión? No me jodas, es el colmo.
Que no, que se puede estar o no de acuerdo, pero disculparse ante el grupo, ni de coña. Disculpas no aceptadas, y para que no dejes de currar, te he buscado un equipo para echar un amistoso, esos sí, ellos son de regional (de tercera, para que disfrutes, campeón), así que están preparados para jugar los domingos, no llevan a toda la gente para los sábados, pero todo es hablar. Tengo el teléfono de su capitán, si quieres, claro, conmigo no te obligas a nada, bueno sí, después del partido a almorzar o no hay número.