No hace falta que rectifiques. La verdad por delante y de físico fatal. Durante el almuerzo aguanté como un campeón, pero las escaleras de casa las subía a gatas. ¡Qué peligro tenéis! En dos meses me pongo a la altura. Hasta que llegue ese momento, sin perdón, como si fuera un rival. ¡Al ataquerererererererererer!
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