Raro, raro, raro el partido que hemos disputado hoy en los
campos de Torrerramona. Comenzó la primera parte si apenas intensidad, todo muy
lento y ralentizado, igual era la niebla que atenazaba a los jugadores en el
campo. Ellos con balones colgados al área que nos causaban problemas y nosotros
intentando jugar el balón. Prácticamente si llegadas, en una de ellas, el amigo
Bebe es capaz de enchufar un gol adelantándonos en el marcador. Sin casi nada
más que reseñar, excepto las escaramuzas habituales de los veteranos que nos podía
haber costado al expulsión de Bebe, nos íbamos a retirar a los vestuarios cuando el
amigo Roberto les regala el 1-1 en un saque de banda al segundo palo en el que
el balón se le resbala de las manos. No hubo tiempo para más.
Lo del segundo tiempo es de nota, en el minuto 10 ó 15, no
lo sé seguro, nos ponemos 1-4 en el marcador. Jugando horrorosamente mal,
siendo incapaces de pasar el centro del campo, perdiendo tropecientos mil
balones y con una defensa de amigos de los niños nos pasó por encima un tren
llamado Ranillas que sólo tuvo que aprovechar los regalos que una y otra vez
les dábamos. Una caraja monumental que no sé si es fácil o difícil de explicar,
pero todo un homenaje a la cadena de errores colectivos e individuales que puede cometer un equipo de fútbol.
Llegados a este punto y sin nada que perder, defensa de tres
y balones directos de la defensa a los delanteros. Y sonó la flauta, esa que
escuchamos de vez en cuando y que hoy hemos escuchado todos. Un gol de rebote,
otro de falta directa, otro de penalti y dos más que ni recuerdo hasta remontar
el juego, el set y el partido con cinco break point de Bebe que debería haber
salido a hombros del campo como un torero que triunfa tras cortar cinco orejas.
En resumen hoy hemos visto las tres caras del SCM: la que
intenta jugar y casi lo consigue, la que intenta jugar y no lo consigue, y la
que sabe cómo jugar y ganar. Hoy hemos estado rematadamente mal en defensa
(portero incluido), regular en el centro del campo y extraordinariamente bien
arriba.
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